Antes de tu saberlo,
estaba escrito en el universo,
que tú y sólo tú,
serías el guía
de mis sueños,
el agua de mis mañanas,
mi pan de cada día.
Antes de tu saberlo,
sin darte cuenta, ya me soñabas.
Las estrellas se alinearon,
buscando mi alma etérea,
para dejarme en tu regazo.
Me enseñaste,
todos los pasos,
para bailar en la vida,
y me hice bailarina,
aprendiendo de puntillas,
nuevos pasos.